Aparición de nuevas oportunidades en el sector cosmético
Todos lo sabemos. La crisis de COVID-19 tuvo, y sigue teniendo hoy, un impacto dramático en la economía mundial. La industria cosmética no es una excepción. Sin embargo, el mercado ya se está recuperando.
La industria de la belleza siempre ha demostrado una gran capacidad de adaptación a las crisis gracias a su capacidad de innovación. Hoy en día, las empresas de cosméticos deben asumir un nuevo reto: responder a las nuevas tendencias y exigencias surgidas de la crisis sanitaria, que ha acelerado algunas prácticas existentes antes de 2019.
Europa y el Reino Unido siguen representando una gran oportunidad para la industria de la belleza, y esto es lo que necesitas para ponerte al día desde la crisis del COVID-19.
Del Maquillaje al Cuidado de la Piel
Los pintalabios, las bases de maquillaje y los perfumes fueron los que más sufrieron la pandemia. La mascarilla y el cóctel de trabajo a distancia las hicieron menos imprescindibles en las rutinas de belleza. El maquillaje se ve muy afectado por la crisis, aunque las ventas de maquillaje de ojos y maquillaje multiusos son más dinámicas que antes.
Ahora, el cuidado de la piel es la nueva estrella de las rutinas de belleza. Durante las cuarentenas, ha surgido la necesidad de centrarse en la calidad de la piel y el cabello. Las ventas de jabones, geles de ducha, champús, artículos de baño, productos para las uñas, el cuerpo y para teñir el pelo se están disparando. En una reciente búsqueda del bienestar, los consumidores elegirán una rutina minimalista de cuidado de la piel y el cabello y un rostro más natural con cosméticos más cualitativos. Esta tendencia, que venía de Corea del Sur antes del COVID-19, también conocido como Skip-Care, se ha visto drásticamente incrementada por la pandemia.
Las marcas también pueden aprovechar nuestro mayor tiempo de pantalla diario para anunciar, por ejemplo, productos de cuidado de la piel contra la luz azul. Las categorías de belleza de autocuidado, incluidas las velas, la aromaterapia y los productos de desintoxicación, también se están beneficiando de la situación actual
Belleza y ética
Por ello, no debes perderte la gran oportunidad que supone la COVID-19 para los cosméticos naturales y ecológicos. Una rutina de belleza más minimalista y cualitativa implica fórmulas no nocivas para la piel, mientras que los consumidores quieren incorporar sus valores a la cesta de la compra.
La demanda de productos de buena calidad nunca ha sido tan alta, porque los sucesivos cierres han convertido la tendencia ya existente en un requisito obligatorio. Vegana, natural, orgánico, limpio, respetuoso con los arrecifes, sin OGM, sin gluten ni soja, transparencia, reciclable… Estas palabras clave son ahora un factor importante del éxito de tu marca, y las certificaciones nunca han sido tan valiosas. Desde la fabricación hasta el acto de vender, cada paso es ahora importante a los ojos de los clientes, que pueden comprobar tu responsabilidad en línea.
El DIY (Do It Yourself, hazlo tú mismo) vuelve a ser una buena forma de responder a este problema, como los cosméticos sólidos, también en boga, además de los productos que proponen ingredientes o técnicas innovadoras (siempre que sean naturales, ecológicos o con baja huella de carbono).
Prácticas en línea
Sin duda, el trabajo a distancia y las cuarentenas han impulsado la cuota del comercio electrónico en la facturación de las marcas de belleza. A través de sitios web, mercados o medios sociales, las empresas tienen que adaptar sus estrategias de marketing y comunicación a las nuevas demandas online.
La belleza personalizada, que ya era una tendencia durante el periodo pre-COVID, cobrará cada vez más importancia. El asesoramiento en línea y la inteligencia artificial deberán ser tenidos plenamente en cuenta por los agentes del mercado para hacer frente a una nueva forma de comprar.
La generación Z, que crece con las redes sociales, muestra ideologías y hábitos de consumo que no deben tomarse a la ligera. La generación más joven disfruta escenificando los productos online, una reciente forma de comunicación de moda, aún más importante desde la crisis del COVID-19.
Sin embargo, el contacto humano y la interacción directa con los productos seguirán siendo importantes.
Una nueva gama de consumidores
Durante la pandemia y los cierres patronales, la industria cosmética se mantuvo gracias a… las mujeres mayores. De hecho, mientras que la generación Z y la clásica franja de edad de 20-50 años reducían su presupuesto de belleza, los consumidores más maduros podían seguir permitiéndose la belleza, beneficiándose de su mayor poder adquisitivo. Una vez más, la crisis de la COVID-19 ha potenciado la tendencia creciente anterior de una belleza más accesible y realista.
Ahora hay que dirigirse a todos los sexos y grupos de edad, pero la generación Z es especialmente receptiva a las nuevas tendencias que surgen en el mundo de la belleza, ya que están más sensibilizados con las cuestiones medioambientales y éticas. Compran productos de belleza a una edad temprana y dominan Internet y las redes sociales. Como COVID-19 está animando a las marcas a actualizar sus métodos de comunicación y marketing online, parece que la generación Z es el nuevo objetivo perfecto para las nuevas tendencias emergentes pero fuertes: transparencia, ética y accesibilidad.
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